Iglesia de San Miguel Arcángel |
Nuevamente de viaje inesperado. En ésta ocasión me tocó venir a esta linda ciudad, aunque sea solo por pocas horas. Venir a San Miguel de Allende es disfrutar de la Arquitectura, de la Historia y de la Gastronomía... en mi caso olvidemos la Arquitectura y la Historia, pues ¿a quien le interesa que Ignacio Allende fue Héroe de la Independencia o que la ciudad es Patrimonio cultural de la humanidad para la UNESCO??? Bueno, no es que no me interese pero eran cerca de las 5:00pm y no había desayunado, y eso no era bueno para mi salud.
La verdad es una pena que el tiempo no sea suficiente, si acaso para visitar la plaza, dar una vuelta a la calle de la iglesia de San Miguel Arcángel, de cantera rosa con estilo barroco, y buscar un buen restaurante. Lástima que la estúpida red 3G de Telcel no funcionaba bien. Así que sin intensión ni pretensiones, caminaba yo por la 4ta calle de Mesones y supuse que por ahí sería un buen lugar para encontrar algo para comer.
El Lugar era muy agradable, buen ambiente, musica de guitarras que alternaban entre boleros y rancheras (de esas que te llegan todas), la decoración con lamparas de esas de estrellas fabricadas de latón y espejos que me recordaron mi fiesta de graduación de la Universidad... en esa fiesta no hubo de esas lamparas pero algo me hizo evocar esa fiesta.
Se me acerco un compañero comensal (le vi comer un ribeye de como 350gr con cierta envidia, mis triglicéridos ya no me lo permiten) me ofreció sus servicios de dibujante.
- un retrato amigo?
No gracias, no me gusta que me retraten mientras como, pensé
- No gracias, ya será para otro día.
Y así al salir de este lugar tome mi taxi en la esquina del Teatro Angela Peralta que me llevaría de regreso a la estación de autobuses.
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